Conoce la historia del día en que nació la Khalsa.

 

13 de Abril — El Día de Vaisakhi

El día 13 de abril del año 1699, el Décimo Guru Sikh, Guru Gobind Rai, quien luego se convertiría en Guru Gobind Singh, convocó a sus Sikhs a una reunión en la ciudad de Anandpur Sahib. Aproximadamente 20 mil Sikhs respondieron al llamado.

Después de la meditación de la mañana, el Guru se dirigió a sus discípulos para contarles cómo la Fe Sikh fue construida con la sangre y sudor de las generaciones anteriores; habló del derecho de todo ser humano a alabar a Dios de la manera que quisiera, y de cómo los mogoles no toleraban esa libertad. Todos los Sikhs se sentaron alrededor de la plataforma donde se encontraba el Guru para escuchar sus relatos.

 

De pronto el tono amable e inspirador del Guru cambió, e hizo un llamado a que todos los Sikhs se comprometieran en cuerpo, alma y espíritu a la causa de Dios. Naturalmente, todos dijeron que sí. Entonces Guru Gobind Rai levantó su espada a lo alto y reto a que alguien le diera su cabeza para confirmar su compromiso: "Mi espada desea hoy la cabeza de un Sikh". La multitud se sumergió en un profundo silencio, pensando que el Guru se había vuelto loco. Nadie entendía lo que estaba pasando. El miedo y la duda reinaban, algunos que estaban en primera fila se empezaron a hacer para atrás y otros se levantaron para irse.

Nuevamente se escuchó la voz fuerte y clara del Guru: "¿Hay alguien dispuesto a morir y entregarme su cabeza?" De en medio de la multitud se levantó un Sikh de 30 años de edad y comenzó a caminar hacia la plataforma. La multitud observaba atónita. El Sikh, llamado Daya Ram, se dirigió al Guru y dijo: "Mi cabeza siempre le ha pertenecido y si la quiere aquí la tiene. Bajo el filo de su espada, amado Guru, encontraré el extasis eterno". El Sikh subió a la plataforma y Guru Gobind Rai lo dirigió hacia una tienda de campaña colocada detrás de la misma. Los que se encontraban cerca escucharon la espada y cómo caía la cabeza al piso.

La voz se esparció rápidamente por la multitud. El Guru había decapitado a Daya Ram. Muchos decidieron irse para no ver el espectáculo. Sus sospechas de que Guru Gobind Rai estaba loco se habían confirmado.

 

El Guru salió de la tienda con su espada en la mano, pero en esta ocasión la espada lucía un color rojo brillante. Volvió a levantar su espada y repitió el llamado: "Ustedes se hacen llamar Sikhs del Guru, entréguenme su cabeza". El silencio volvió a asentarse sobre la multitud. Nadie podía creer lo que el Guru estaba haciendo. Desde atrás, un hombre llamado Dharam Das se levantó y dijo: "Por fin ha llegado el momento que mi alma estaba esperando, disculpe mi tardanza para ofrecerme al primer llamado que usted hizo, Maestro". Discípulo y Maestro tuvieron el mismo destino dentro de la tienda de campaña, la sangre empezaba a escurrir por debajo de la plataforma.

Algunos Sikhs fueron en busca de la madre del Guru para pedirle que detuviera esa insanidad, otros fueron en busca de su esposa. Sin embargo, ninguna de las dos se atrevía a intervenir. El Guru salió y volvió a hacer el terrorífico llamado otras tres veces. Así fue como tres humildes campesinos Sikhs ofrecieron sus cabezas.

Después de que el último entró a la tienda de campaña transcurrió un largo rato. El Guru no salía.

 

Por fin salió, con su cara irradiando felicidad y satisfacción. Para el asombro de la multitud, detrás de el salieron los cinco discípulos que habían entregado su cabeza al Guru. Ellos también radiaban felicidad, habían entregado todo a su Maestro sin preguntas y sin dudas. Los cobardes se arrepintieron de no haberse ofrecido.

Guru Gobind Rai pidió que trajeran una vacija de acero con agua y comenzó a revolver el agua con su espada mientras cantaba himnos devocionales de los Gurus anteriores, convirtiendo el agua en Amrit (Néctar). Pidió que los cinco Sikhs se sentaran en Virasana, la postura del guerrero. En ese momento, dos cuervos se pararon sobre la vacija de acero y bebieron el Amrit. Las aves emprendieron el vuelo y empezaron a pelear, subieron hacia el cielo luchando hasta desparecer. Todos quedaron sorprendidos, pues el Amrit que había preparado el Guru realmente servía para desarrollar coraje y valentía. Al ver esto, la esposa del Guru corrió a traer un terrón de azúcar, se acercó a él y le dijo: "Maestro, has preparado el Amrit para quitar el miedo y dar valentía, pero tus Sikhs también deben ser dulces y nobles". El Guru sonrió y pidió que colocara el azúcar en el agua.

El Guru entonces echó agua sobre los ojos de cada uno de los cinco Sikhs, diciendo: "Wahe Guru Ji Ka Khalsa Wahe Guru Ji Ki Fateh": "Todas las almas puras pertenecen a Dios y toda victoria es de Dios". Explicando que no importa lo que pase en tu vida, siempre debes ver a todo como Dios y nunca debes distraerte de esa Verdad. Finalmente les dio Amrit en las manos y les pidió que lo bebieran para consolidar su conciencia.

 

Asimismo dio la orden de que todo Khalsa deberá usar las "Cinco K":

— Kesh: cabello sin cortar, cubierto por un pañuelo o turbante

— Kangha: un peine de madera

— Kara: una pulsera de acero

— Kachera: ropa interior larga de algodón

— Kirpan: una espada de hierro

 

Otra sorpresa les esperaba, pues el Guru se sentó en la misma postura y les dijo: "Hoy ha nacido la Khalsa, la hermandad de las almas puras. Ustedes son los primeros cinco Khalsas, ahora ustedes deben bendecirme con el Amrit".

Atónitos, los Cinco Amados (como se los conocería), dijeron: "Usted es el Maestro, nosotros no somos dignos de darle este Amrit". A esto el Guru respondió: "De hoy en adelante el Maestro y el discípulo son uno, y donde sea que se encuentren cinco Khalsas, ahí estará la esencia de mi Ser". El Guru entonces recibió el Amrit de mano de los Cinco Amados.

 

Guru Gobind Rai entonces se convirtió en Guru Gobind Singh, pues declaró que todos los hombres de la Khalsa llevarían el apellido Singh (león) y las mujeres Kaur (princesa). Después de esto, Guru Gobind Singh se dirigió a la multitud y dijo: "Todo aquel que acepte esta disciplina y quiera entregarme su cabeza ahora, venga a tomar el Amrit y a comprometerse con su conciencia". Miles de Sikhs pasaron a tomar el Amrit.

 

Así fue como el Décimo Guru creó la Khalsa, cuyos miembros se comprometerían a vivir las enseñanzas y el estilo de vida legado por el Guru al más alto nivel posible. Hombres y mujeres dedicados a vivir en igualdad y en paz, pero dispuestos a luchar y dar sus vidas para protegerse a sí mismos y a los indefensos de la tiranía e injusticia, sirviendo hasta que toda la humanidad alcance la liberación.

Desde ese día cada año se celebra el Día de Baisakhi o Vaisakhi, también considerado el Año Nuevo Sikh, para conmemorar el nacimiento de la Khalsa, la Hermandad de los Puros.